Desde hace más de una década, la fundación Dance Ability ha trabajado para que personas con discapacidad motriz encuentren en la danza una herramienta de rehabilitación física y emocional. Bajo la dirección de su administradora, Karina Luz Valladolid, la organización ha logrado impactar positivamente en la vida de niños y jóvenes, gracias a terapias de baile adaptadas y al apoyo de “ángeles”, padrinos que patrocinan los tratamientos de sus pacientes.
La fundación no solo atiende a personas con diversas discapacidades, sino que también ofrece respaldo a sus familias, quienes enfrentan gastos de transporte, uniformes y nóminas del personal especializado. Por ello, invitan a la comunidad a sumarse como padrinos para cubrir las mensualidades de terapia, que incluso pueden ser compartidas entre varios donantes.
Cristián Iván Galloso, instructor de Dance Ability, explica que cada alumno inicia con un proceso de adaptación, en el que las terapias combinan movimiento, danza y música en vivo, ajustándose al ritmo y capacidades de cada persona. Los beneficiarios incluyen personas con parálisis cerebral, síndrome de Down, autismo, discapacidades motrices y auditivas, entre otras, desde los cinco años de edad. Los avances se logran con constancia, compromiso y el apoyo incondicional de las familias.
Historias como la de Melina, alumna que lleva casi cuatro años en la fundación, reflejan el impacto de este trabajo. Su madre, Milagros, asegura que ha visto mejoras notables en su disciplina, convivencia, autonomía y, sobre todo, en su bienestar emocional y conductual.
Para sostener su labor, Dance Ability organiza eventos de recaudación, siendo la presentación anual en el CECUT uno de los momentos más esperados, donde los alumnos muestran sus progresos sobre el escenario. Con estas actividades, la fundación refuerza su llamado a la sociedad para convertirse en “ángeles” y seguir transformando vidas a través de la danza.
Excelente, como de costumbre. Felicidades!!!
Muchas gracias!